10 de abril de 2010

Gen

GEN

No lo había imaginado
así tan puro, hambriento de bondad
lleno de fe, fiel amigo de su Dios.
No lo había imaginado
tan entregado a lo que tenga que vivir.
Tanta belleza por dentro y por fuera
no imaginé que pudiera encontrar.
Y a veces nos desviamos la mirada,
o nos miramos desde lejos
y cuando nos pasamos al lado
los ojos miran el suelo.
Es extraño verlo diferente hoy,
mientras sueño con que el plan puede cambiar
puede ser con Él y no contigo...
Puedo amar su gen,
y tocar las nubes que tú no pudiste ver...

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