24 de noviembre de 2009

Si me quisiera

SI ME QUISIERA
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Si me quisiera de verdad, habría olvidado cómo lastimar.
Y sabría que el tiempo sin saber de él no sirve ni hace bien recordar.
Entendería que mi silencio es mi más sincera declaración de amor,
y que si me escondo, y cuando habla no respondo,
es porque me pierdo, y no encuentro cómo mostrarle esta devoción...
Entendería que este espacio entero es sólo de Él
y que aún siéndolo, nunca estaré demasiado lista para regalárselo.
Me hablaría como si fuese un amigo, me cuidaría como si fuera mi padre,
me daría su galaxia entera porque de ningún modo podría hacerle mal...
Si me quisiera, ¡qué no daría yo!
a cambio de sus ojos miel, sus rulos de oro esplendor,
sus manos laboriosas y nobles, su sonrisa que no descubre par...
Si me quisiera, ¡cuánta vida, cuánto amor, cuántos sueños le podría entregar!
Aunque Él no tuviera nada para darme...
si me quisiera,
con qué gusto y con cuántas ganas le cambiaría el mundo para verlo reír.

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20 de noviembre de 2009

Adiós

ADIÓS
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Lo intenté, no me salió. Era la última vez, no lo supiste. Era la última vez que me mirabas a los ojos, era la última vez que encontraba las excusas para no aprenderte a extrañar. Cómo sigue si algo sigue, cómo guía la intuición si la historia es verdadera.
Quise decirte... no pude. Nunca sabré si hice lo correcto, ya no importa, en todo caso ya es tarde... Es tarde para despedirme con un adiós, hasta siempre, hasta cuando sea. Ojalá hasta mañana, y no que nos pasen los años. Ojalá exista próxima oportunidad, sin planearlo, sin que ninguno lo sepa.
O cómo explico haber llorado en el momento de volver, a qué otra cosa lo atribuyo, si ese día estábamos frente a frente, y sólo yo pensaba que era el más triste de los encuentros. El definitivo. El del final. El que pudimos evitar si nos hubiéramos dado cuenta antes.

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