21 de septiembre de 2015

Backstage

Hablaremos entre risas, como adolescentes, haciendo de cuenta que nadie está lo suficientemente cerca como para restarnos privacidad. Mientras viene la cena, preguntarás que fue de mí después de ti, y me contarás tus andares y las historias que te revolucionaron de la cabeza a los pies.
Sabes que crecimos en libertad, convencidos de haber aprovechado al máximo el encanto de la juventud. Seguros de habernos querido bien, como quieren los que no se guardan nada. Entregados a sea lo que sea, contra vientos y mareas, lejos de las inseguridades típicas y eternamente comprometidos a conservar en el corazón lo mejor y más sublime de cada uno.
Los años de oro volverán a estar presentes en el espíritu y contenido de las frases intercambiadas. La luna nos dará en la cara y pintará de colores el reencuentro, místico,  indispensable, y de alguna manera inevitable. Sonará tu música, y con los acordes revivirán las anécdotas que nunca podremos borrar.
Al decir “hasta pronto”,  nadie implorará el regreso, pero sí próxima comida.
Así es la lógica de la evolución. Ese es el código entre tú y yo. 

5 de septiembre de 2015

Portugal

Mentirte no está bien, ya es costumbre pero es honesto retroceder. Me propuse amarte con todo mi ser, juro que quise encontrar en vos buenos motivos para no dejarte ir jamás. Pero en un determinado momento ya no pude más. No te sentí tan mío, tampoco quise que me sintieras tan tuya. Fue un amor de esos que pelean por su vida, y se van a dormir hoy sin saber si despertarán mañana. Pobre amor.
Caminar juntos pierde sentido desde que las ausencias no duelen, y las presencias no llenan. No sirve seguir con tantos espacios incompletos, creyendo por error que la perfección es esto que construimos. El brillo se ha hecho polvo en nuestros rostros, agonizan los sueños de felicidad eterna, y despacio se retiran de escena las voluntades que al principio nos hicieron elegirnos. El Universo entero nos está pidiendo la renuncia, es la verdad.
La despedida será un abrazo que intentará decir perdón. Por lo que no fuimos, y por lo que no dimos. Ese último contacto cuerpo a cuerpo será la confirmación de que alejarnos es la decisión correcta y más leal al sentimiento. Diremos que a pesar de las nubes, fue bello el paisaje. Y partiremos en direcciones opuestas, porque no hay alternativa.
Mentirnos no está bien.