22 de enero de 2008

Dueño del sol

DUEÑO DEL SOL
Lo que irradies siempre será mucho más que luz. Porque ya fuiste aprendiz y esa luna dorada se hizo sustancia en ti. Tienes su brillo. Te paseas y vas quitando el frío, como dueño del sol naciente que nunca aspiró a ser vital pero sabrá ser símbolo y cosa menos terrenal…
Allí vas… mientras luces con orgullo tu papel de tópico universal. Aún sin comprenderte, aún ignorante de cada función crucial. Entregándote a los dioses, y con la duda todavía profunda de no saber si de verdad ya estás encima de unos cuantos. Con la misión de iluminar, de ablandar aquello que levante barreras entre los hombres, y de enseñar que cielo hay uno. Que el suelo que mantiene en pie también es único. Que el aire que recorre interiores fue entregado puro, y así debe permanecer. Para eso has nacido… simplemente para marcar diferencias. Porque no es lo mismo decirse que sentirse humano. No da igual esperar que la vida de algo o apurarse por darle algo a la vida… Dueño del sol, ya se siente tu presencia… Estás llegando en bello amanecer. Estás cerca, lleno de la luna dorada que, definitivamente, nunca dejará de ser sustancia en ti.


Comentario: A esto lo escribí para darles la bienvenida a mi corazón a aquellos que estén llegando para cambiar el mundo. Para quienes lo estén intentando, para todos ellos… por alguna razón los imaginé dueños del sol. Vale aclarar que cuando digo “sol”, me refiero a lo primordial. Quienes tengan el coraje de dar pelea a todo lo que hoy pretende vencernos, ellos son, amigos míos, una perfecta analogía de la estrella que nos da vida. Porque si ellos renuncian, quedaremos a oscuras. Si deciden pasar por la Tierra como profetas de la perseverancia, sólo de ese modo encontrarán cura muchos de nuestros males. En pocas palabras, para toda persona que lleve luz y que hoy sea aprendiz de la tenacidad… mis más sinceros deseos de que muy pronto la humanidad comprenda que además de símbolo, han venido para ser sinónimo de vital.

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Espiral en ti


ESPIRAL EN TI
Como si vivirte fuera un paseo, estas piernas no descansan en busca de un para siempre. A veces dirigidas, otras merodeando pero con la certeza de que lo próximo es una señal. Fanáticas de tu imagen, siguen tus pasos y la música de ese andar lento. En espiral, cada vez más convencidas de que el final será historia para dos. Porque compartes la espera, y no lo disimulas ni te esfuerzas por girar al contrario. Alerta a que tus movimientos no pierdan de vista el camino en círculos envolventes… los dibujan, para el resto transparentes, encaminando mis instintos hacia donde tengamos que encontrarnos. Sin sumar la distancia, sin voltear cabezas para no arruinar la sorpresa… dos enamorados van hacia un destino que, sí lo sienten, es el mismo. En espiral, viviéndose como si todo fuera un cuento. Levantando cada pie como si el amor tuviera tiempo… apurados como si alguna circunferencia prometiera perderse…. En espiral, ahora poco a poco comprendiendo, que la vida ha sido dada para caminar sin miedo y girar hacia un centro… de a dos.


Comentario: Estas palabras hablan de la necesidad de mirar a un costado y encontrar a alguien que nos ame. Un buen día nos levantamos y nos damos cuenta de que estamos enamorados… Y pronto intuimos que el sentimiento es compartido… y es en ese momento cuando las personas comienzan a caminar en espiral. Y les hablo de un espiral porque sólo hay una manera de comenzarlo y terminarlo, sólo hay un centro. Al imaginarlo, da la sensación de que no conduce a ninguna parte, porque uno va girando y van pasando las mismas cosas… Pero, reflexión de por medio, el tiempo que demanda completar cada círculo se va acortando, y crece la ansiedad por saber que vendrá. El espiral que transitan dos personas enamoradas es invisible, nadie puede verlo, aunque quienes estén marchando por él sí pueden sentirlo… Es como cuando decimos “estoy cada vez más cerca, cada vez más cerca… dentro de poco nos vamos a encontrar”. Y cuando eso ocurre, uno se sorprende… porque tal vez sea la persona menos imaginada. Eso es lo que borra las palabras… esa es la magia de caminar en espiral sin voltear, justamente, para no arruinar la sorpresa…

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3 de enero de 2008

Cronica


CRÓNICA


Sentí
gran amor desde esa noche en que
Te vi.
Y ya no pude echarme atrás
así entendí
Que cada mitad demora un poco
pero al fin
Encuentra ese punto impredecible.
Y pensé
Al verte que no podías ser
tan infiel
A lo que una vez imaginé
pero sí
En silencio comprendí que no era error
Eras tú
Desembarcando en destino.
No hablé
Intentando adivinar el motivo
que traías
Para quedarte tan cerca.
Y ya ves
Aún no entiendo cómo fue
Un sol
iluminó mi ser sin preguntármelo
Y de raíz
se llevó mi razón, mis venas y completo mi sentir.

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Lo que otros nos robaron


LO QUE OTROS NOS ROBARON
Todo era perfecto, un par de anatomías por fin descubrían una nueva especie. Las palabras susurradas se hicieron costumbre. Los abrazos eternos eran gesto y también discurso. Las manos desde lejos pedían apretones cómplices, invisibles para el resto.
Y un día quisiste creer en falsas verdades.
Dónde quedó aquel cariño, aquellas ganas de promover el reencuentro. Dónde guardaste esas promesas a las que una vez diste vida. Qué te cambió?
Esa dulce historia que recién estaba dejando sus primeras huellas. Quién las borró, quién quiso lo nuestro?.
Quién nos arrebató lo poco e importante que teníamos entre las manos… cómo explicar esta distancia que nunca se anunció. Quién pidió a las estrellas que estemos tan lejos… quién fue mejor? quien triunfó?
Y por qué estuvimos tan ciegos? por qué seguimos evitándonos? si príncipe… el amor fue sincero y todavía no es tarde.

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Ahora entiendo

AHORA ENTIENDO

Ya me cansé de esperar a ese cuerpo que nunca tendría intenciones de venir.
Pasaron muchas cosas, algún día tenía que hacer esto.
Pude entender mi ignorancia, yo soy poca cosa, con casi nada que ofrecer… él debe buscar una mujer importante, con varios puntos en común. Y si lo vi y me deslumbró fue porque al contrario, quiero a un hombre diferente.
Él se fue y no le dolió la distancia. Él venció.
Ahora entiendo, lo que tengo no alcanzó.

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