25 de septiembre de 2016

Bailar


Voy a robar tu concentración para que me extrañes y busques mi cara, mi voz y mi esencia en tus recuerdos intactos. Imagíname invisible repetida en cada espacio, caminando por tus calles como antes, soñando con levantar la vista y que inesperadamente estés ahí. Deséame ficticia entre tus sábanas hambrientas de los dos, favorita en tu historia, guerrera incansable en tus guerras.
Despierta con la intención de guardarte una vez más el secreto de que me sentías contigo y en esas fantasías interminables tus labios recorrían mi piel sin pausas. Sonríe cómplice de la sorpresiva pero oportuna casualidad que redibuja todo con absoluto descaro. Apostemos a que tú eres suerte y yo el destino, contrariando la costumbre por correr a contramano.
Invítame a bailar ahora que no logras pensar. Incendia mi mundo y que todo vuele en mil direcciones diferentes, quédate transparente detrás de las líneas de mis poesías convertido en el guardián de esta mujer sin dueño. Bailemos simple, desprejuiciados, al filo del ridículo como lo hacen los amores desencontrados que descubren cuan fácil es dar punto final a la soledad.
Solo aún falta que te atrevas a amarme sin quedarte nada dentro, y vuelvas casi llegando tarde pero sin embargo a tiempo.