20 de enero de 2011

El barquito

EL BARQUITO

El barquito no llegaba,
sin mapas, brújulas ni posibilidad de orientación.
Tampoco tuvo valor para preguntar a los demás
a cualquiera en su camino, si lo podían ayudar.
Prefirió seguir su rumbo sin saber qué iba a pasar,
con infinita confianza en que todo se iba a solucionar.

Pasaron días, meses, años...
el barquito seguía sin arribar.
No sabía más qué hacer, pero sólo quería avanzar y avanzar.

Nunca se detuvo, jamás.
Ni siquiera estuvo en riesgo de hundirse.
Era de papel, pero cruzó todo el océano.
No tenía timón, pero de tripulante, a un corazón.
El barquito funcionaba con pasión,
pasión, fuerza, paciencia...

La gente cuenta que una mañana llegó,
y preguntaba a su paso en donde estaba el amor
que con tanta esperanza había venido a buscar.

El amor se había ido, nunca pudo verlo.
También dicen que el barquito no dijo nada,
que volvió al Atlántico y no se supo más de él.

Seguramente se hundió...
Porque no hay derrota más importante
que haber perdido el amor,
no hay noticia qué duela más
que un "la historia se terminó".

Todos los derechos reservados.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¡Gracias por tu mensaje!