9 de marzo de 2009

Etéreo

ETÉREO

Sublime. Inconfundible, incomparable, inexplicable, impredecible, irracional. Fue perfecto, fue un error. Fue demasiado, o mi amor no le alcanzó. Hizo magia, completó espacios vacíos, contestó preguntas sin respuesta inmersas en un perdido inconsciente... Se hizo presente, humanizó todo aquello que tocó, se llevó cautivo un corazón sin dueño. Dejó su música, su manera de andar que se asemeja a volar, su acento, un recuerdo estremecedor de cómo debe ser quien me deje sin hablar.
Valió la pena respirar mientras él estuvo al frente. No fue en vano confesar, aunque ya se había hecho tarde.
Verá que devoción constante puede más que la distancia. Fue una bendición cruzarlo, haberlo visto cuando pasó. Es tan dulce la verdad cuando Dios nos dice amor... tan etéreos los instantes que se transforman en eternidad.
Él dibujaba en el aire bosquejos de felicidad... yo pasaba sin sentido, sin vivirme en realidad...
Y me detuve, le presté atención. Él habló, mientras las nubes como imanes seguían sosteniéndole los pies.

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